SUPERDOTADOS, INTELIGENCIA PRIVILEGIADA
Un 2% de la población tiene un coeficiente de inteligencia (C. I.) superior a 130. Rebasar esa cifra supone que uno es superdotado. Expertos de la Universidad de Harvard han establecido distintas clases de sobredotación, según las cualidades que estén más desarrolladas en estas mentes privilegiadas.
Así, hay quien tiene una extraordinaria inteligencia lingüística. Otros poseen inteligencia musical. Más tipos de inteligencia: lógico-matemática, espacial, corporal-kinestésica (propia de los atletas), intrapersonal (alta autoestima) e interpersonal (capacidad de liderazgo).
El ucraniano Sergey Karjakin ostenta el actual récord, al unirse al selecto club de los Grandes Maestros con sólo 12 años y 7 meses. Sergey es el chico de los récords. Con sólo 11 años fue uno de los entrenadores de Ponomariov cuando éste disputó con éxito la final del campeonato del mundo. Meses después, él mismo conseguía el título de Gran Maestro, el más joven de todos los tiempos. Su objetivo es ser Campeón del Mundo a los 16.
El noruego Magnus Carlsen se convirtió en gran maestro a los 13 años, a pesar de que su país no es una potencia en ajedrez. Magnus Carlsen es la mayor promesa del ajedrez en la actualidad. Ya es conocido, como el Mozart del ajedrez, calificativo que le otorgó hace pocos meses el diario americano The Washington Post.
Magnus dedica siete horas diarias a entrenar no sólo jugando, sino leyendo libros de partidas que han hecho historia. Carlsen tiene memoria fotográfica. Si ve un tablero con una partida iniciada, retira las fichas y a los 10 segundos es capaz de colocarlas sobre el tablero tal y como estaban. También dice tener un tablero dibujado en el techo de su habitación para, antes de dormir, hacer movimientos mentales.
Magnus había mostrado una capacidad intelectual asombrosa: a los dos resolvía rompecabezas con una soltura extraordinaria; a los cuatro, solucionaba los que se recomiendan para chicos de 14 años; a los cinco sabía de memoria la superficie, el número de habitantes, la capital y la bandera de todos los países del mundo; a los siete conocía esos mismos datos de los 430 términos municipales de Noruega; y desde muy pequeño destacó en Matemáticas.
Además, dio una exhibición de simultáneas a ciegas, memorizando la situación de todas las piezas) contra cinco de los mejores jugadores juveniles de Noruega (cuatro victorias y un empate) y jugó en Islandia, donde ganó al ex campeón del mundo Anatoli Kárpov e hizo tablas en una de las dos ocasiones en las que jugó con Kaspárov tras desperdiciar una posición ganadora.
Además, dio una exhibición de simultáneas a ciegas, memorizando la situación de todas las piezas) contra cinco de los mejores jugadores juveniles de Noruega (cuatro victorias y un empate) y jugó en Islandia, donde ganó al ex campeón del mundo Anatoli Kárpov e hizo tablas en una de las dos ocasiones en las que jugó con Kaspárov tras desperdiciar una posición ganadora.
Las tres hermanas húngaras Polgar, educadas en casa por sus padres, maestros de profesión, son otro ejemplo de inteligencia total; desde los cuatro años con el ajedrez como asignatura y con el claro objetivo de que triunfasen en el deporte mental.
Bobby Fischer fue en su época el Gran Maestro más precoz del orbe con 15 años, y Gary Kasparov, el Campeón Mundial más joven, con 22. Ambos registros, que parecían insuperables, han sido pulverizados por Sergey Karjakin y Ruslan Ponomariov, que alcanzaron los mismos logros con 12 y 18 años respectivamente.
El arquetipo de niño prodigio del ajedrez sigue siendo el legendario Bobby Fischer. Con un coeficiente de inteligencia de 184 (superior, por ejemplo, al de Albert Einstein) Campeón Absoluto de los Estados Unidos a los 14 años, y Gran Maestro a los 15, sus excentricidades le impidieron ser Campeón del Mundo a una edad mucho más temprana de la que tenía cuando finalmente lo logró: 29 años. Una vez conseguida la meta, Fischer hizo la jugada más sorprendente de su vida: rechazó las millonarias ofertas que tenía para seguir jugando al ajedrez, y se retiró en medio del misterio.
Teymour Radjabov, con 17 años, es el más veterano entre sus compañeros de generación, pero aun así no deja de sorprender la experiencia que acumula según van pasando los años y los campeonatos. Gran Maestro desde los 14, ya ha participado en dos Campeonatos del Mundo y dos torneos de Linares, considerado el Wimbledon del Ajedrez. También sabe lo que es ganarle a Kasparov, con quien comparte orígenes: ambos son de Bakú, la capital de Azerbaiyán.
El grupo de los jóvenes prodigios en Hispanoamérica se materializa por el mas celebre de todos los campeones, el cubano José Raúl Capablanca, niño prodigio a los 4 años. Alejandro Ramírez, de Costa Rica, es una prueba de que el talento surge en los lugares más sorprendentes. A pesar de que en su país no hay demasiada afición por el juego, ni jugadores de alto nivel o entrenadores adecuados, su talento y su esfuerzo personal le llevaron a obtener el título a los 15 años y seis meses.
El ajedrez es un deporte diferente, en el que el talento y la creatividad son fundamentales. ¿Hay una edad límite para el talento? Grandes maestros que triunfan con 70 años, el número uno mundial rondando los 45, la niñez y la juventud seguirán sorprendiendo.
La enorme influencia que tiene la informática en este deporte, y la gran cantidad de recursos que Internet pone al alcance de cualquiera, permite que los ajedrecistas se conviertan en virtuosos a edades cada vez más tempranas. La empresa alemana Chessbase, la rusa Chessassistant se han especializado en desarrollar software de ajedrez.
El ajedrez es, junto a la música y las matemáticas, la actividad que produce más niños prodigio; y su precocidad aumenta desde que las computadoras de ajedrez han acelerado muchísimo el aprendizaje.
Aparte de por su portentosa memoria e inteligencia, todos estos niños prodigio del tablero se distinguen por tener un perfecto dominio de la informática. Destacan por su habilidad para bucear en estos océanos de información que el ordenador pone a su disposición, y sacarle todo el provecho posible.
Los nuevos maestros son cada vez más jóvenes
Niños prodigios son muy conocidos en el Ajedrez, el más espectacular es Capablanca, quien aprendió a los cuatro años de edad, campeón del mundo a la postre. Samuel Reshevsky también se inicio a los cuatro y fue un gran simultaneista a los seis años.
Titulo de Gran Maestro de niños prodigio del Ajedrez:
Bobby Fischer 15 años, 6 meses, 1 día
Judit Polgar 15 años, 4 meses, 28 días
Peter Leko 14 años, 4 meses, 22 días
Etienne Bacrot 14 años, 2 meses, 0 días
Ruslan Ponomaryov 14 años, 0 meses, 17 días
Teimour Radjabov 14 años, 0 meses, 14 días
Bu Xiangzhi 13 años, 10 meses, 13 días
Sergey Karjakin 12 años, 7 meses, 0 días
Datos Interesantes
Los superdotados con un C. I. inferior a 150 son los mejor adaptados socialmente. La cosa se complica en el caso de los niños, que sufren en el colegio porque se aburren y se sienten diferentes. Las consecuencias: agresividad, angustia, fracaso escolar, intentos de fingir que se es normal, suicidios en Colombia, abandono de la actividad escolar, marcas deficientes en matemáticas y áreas afines.
Y es que los niños superdotados tienen unas necesidades educativas, emotivas y cognitivas especiales, existen grupos de sobredotados que se reúnen para jugar a ajedrez, hablar de informática o de filosofía, desarrollar las inteligencias múltiples.
Casos famosos de superdotados, es decir, de personas extraordinariamente inteligentes que además fueron capaces de emplear su don de la manera más brillante, de forma que destacaron ampliamente por encima de la media.
Vamos a ver: en la Antigüedad, Pitágoras creó las bases de las matemáticas, e Hipócrates está considerado como el padre de la medicina. Leonardo da Vinci, prototipo del hombre renacentista que sabía hacer de todo, y todo bien. En su época, sólo pudo competir con otro ser extraordinario, Miguel Ángel.
Más mentes privilegiadas: Newton, Marie Curie, Albert Einstein, Picasso, Edison... Mozart, un extraordinario músico que vivió intensamente una vida tan corta como rebosante de talento.
Finalmente, los superdotados tienen un C. I. superior a 130, el resto de los mortales llega como mucho al 120.
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