sábado, 29 de junio de 2013

FIGURAS DE PAPEL PARA APRENDER MATES

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Las matemáticas suelen encabezar las listas de materias más odiadas por los estudiantes. Sin embargo, en el instituto Pedro Floriani de Redondela han conseguido eliminar esta imagen de asignatura difícil y árida gracias a un método innovador que permite interesar a los alumnos en las matemáticas a través de la papiroflexia. Para promocionar esta iniciativa, el centro educativo organizó ayer una jornada dedicada al arte de papel vinculada al ajedrez.

El papel toma mil formas en el instituto redondelano Pedro Floriani. En cualquier rincón del centro es posible encontrar una figura de papiroflexia y muchos alumnos aprovechan los recreos para practicar esta técnica y elaborar complicadas piezas. La más grande, realizada con 1.300 módulos de papel, descansa en una de las aulas.

Para promocionar este arte el centro educativo organizó ayer su primer Festival Origami, una jornada de papiroflexia que, en esta ocasión, se dedicó al ajedrez con un gran tablero de 25 metros cuadrados y piezas de metro y medio de alto. "Las figuras las diseñaron y elaboraron los propios alumnos con láminas de papel cuadradas de sesenta centímetros. Para las más complicadas se emplearon hasta sesenta", afirma el promotor de la iniciativa, el matemático Miguel Ángel Vidal.

Este profesor ha conseguido interesar a sus alumnos por las matemáticas mediante el empleo de la papiroflexia en las aulas, una técnica innovadora "con la que se logra que los estudiantes le pierdan el miedo a una asignatura que siempre se considera árida y tediosa", explica. Entre los beneficios que aporta a los alumnos este método destaca que "les desarrolla la atención, estimula la concentración y fomenta el trabajo en equipo".

Durante la jornada de papiroflexia se celebraron diversos talleres de origami, partidas simultáneas de ajedrez y sorteos de figuras de papel donadas por los origamistas Covadonga Blanco, Judit Nogueiras, Carolina Nogueiras, Sandra Camiña, Esther Martínez, Mari Luz Díaz, Antonio Vidal y Miguel Ángel Vidal.

La iniciativa también contó con la participación de la ONCE, que desarrolló actividades deportivas para personas ciegas, y con diversas iniciativas culturales, como la actuación del músico hindú Vikas Tripathi y el mago coruñés Kiko Pastur.

El precio de la entrada al festival se donó a Unicef para sufragar las favor de la infancia.

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