El ajedrez en la educación
El Ajedrez es el juego más universal y
antiguo conocido entre los hombres; su origen está más allá de la memoria de la
historia, y ha sido para innumerables generaciones, el entretenimiento de todas
las naciones civilizadas de Asia: los Persas, los Indios, y los Chinos. Europa
lo ha tenido por algo más de mil años; los Españoles lo han esparcido sobre su
parte de América
Durante estos más de dos mil años el juego se ha extendido por la totalidad del planeta (es la segunda Federación Deportiva con mayor número de países adscriptos, tras el fútbol), independientemente de tendencias culturales, sociales, políticas o religiosas.
Existen diferentes facetas del ajedrez que pueden motivar el interés de los aficionados:
a) Como juego es inagotable debido a su diversidad y a su multiplicidad de variantes. En la práctica esta variedad es infinita, debido a lo limitado de la existencia humana.
b) Como deporte es capaz de suministrar toda la tensión y emoción propias de las competiciones deportivas. Los aficionados pueden disfrutar tanto compitiendo como observando competiciones.
c) Como ciencia es capaz de satisfacer a las mentes analíticas, preocupadas por llegar a la verdad en cada situación.
d) Como arte puede ser fuente de inspiración de los espíritus más sensibles, capaces de crear y apreciar la belleza y la armonía presentes en numerosas situaciones del tablero.
Pero el aspecto del ajedrez que más interesa hoy en día es su gran valor como herramienta educativa en todas las edades, aunque fundamentalmente durante la Enseñanza Primaria. Las clases de ajedrez proliferan en los centros educativos como actividad extraescolar o en horario lectivo, habiendo en la actualidad una fuerte demanda de monitores o profesores especializados en la didáctica del juego.
Este creciente interés hacia el ajedrez por parte de la comunidad educativa se explica por las interesantes aportaciones que el conocimiento y la práctica del juego proporcionan a la persona en fase de formación. Esta incidencia positiva se refleja especialmente en el desarrollo de las capacidades intelectuales y en la forja del carácter de los alumnos que practican nuestro juego.
Algunas de las capacidades que se desarrollan con el ajedrez son: atención, concentración, memoria visual, percepción, discriminación, análisis, síntesis, orientación espacio-temporal, razonamiento lógico-matemático, creatividad e imaginación. Resulta obvio decir que la mejora de todos estos aspectos en el estudiante que practica ajedrez acarrean un evidente e inevitable incremento en su rendimiento escolar, que se manifiesta no sólo en su expediente académico sino en su grado de madurez personal.
No es menos importante la incidencia del ajedrez en el desarrollo y moldeado del carácter del estudiante. Aprender a analizar sistemáticamente los problemas, razonar contestaciones, conclusiones y soluciones de problemas, valorar anticipadamente ventajas e inconvenientes de una decisión, aprender a planificar, responsabilizarse de los propios actos y asumir sus consecuencias, desarrollar la capacidad de decisión, incrementar la autonomía y controlar la impulsividad, son sólo algunas de las aportaciones del ajedrez en la construcción del carácter de una persona.
A todo lo anterior debemos añadir los valores propios de todos los deportes, también presentes en el ajedrez, como: respeto a reglamentos, leyes y normas de comportamiento, deportividad ante victorias o derrotas y respeto y consideración hacia los compañeros y rivales.
No resulta fácil encontrar otra actividad que aporte tantos valores y desarrolle tantas capacidades como el ajedrez. A esto hay que añadir la relativa facilidad y el escaso coste de su implantación en las aulas y la gran aceptación con la que es recibido por la mayoría de los alumnos.
La importancia del ajedrez como un valioso complemento a la educación tradicional ha sido reconocida en los últimos años por numerosos organismos. Así por ejemplo, la UNESCO, en 1995, recomendó oficialmente a todos sus países miembros la incorporación del ajedrez como materia educativa tanto en la Enseñanza Primaria como en la Secundaria.
Independientemente de la reconocida utilidad del ajedrez como asignatura curricular en Secundaria, tiene un sentido especial en la Primaria, ya que desde hace tiempo se sabe que la edad a la que el ajedrez se manifiesta como un estímulo para el desarrollo de las capacidades mentales del individuo se sitúa entre los 7 y los 12 años aproximadamente. Como ejemplo basta considerar que un niño que estudie 4 años de ajedrez escolar, por ejemplo de 3º a 6º de Primaria, resuelve en ese período cerca de medio millón de ejercicios de toma de decisión, entrenamiento muy difícilmente alcanzable con cualquier otra actividad.
Durante estos más de dos mil años el juego se ha extendido por la totalidad del planeta (es la segunda Federación Deportiva con mayor número de países adscriptos, tras el fútbol), independientemente de tendencias culturales, sociales, políticas o religiosas.
Existen diferentes facetas del ajedrez que pueden motivar el interés de los aficionados:
a) Como juego es inagotable debido a su diversidad y a su multiplicidad de variantes. En la práctica esta variedad es infinita, debido a lo limitado de la existencia humana.
b) Como deporte es capaz de suministrar toda la tensión y emoción propias de las competiciones deportivas. Los aficionados pueden disfrutar tanto compitiendo como observando competiciones.
c) Como ciencia es capaz de satisfacer a las mentes analíticas, preocupadas por llegar a la verdad en cada situación.
d) Como arte puede ser fuente de inspiración de los espíritus más sensibles, capaces de crear y apreciar la belleza y la armonía presentes en numerosas situaciones del tablero.
Pero el aspecto del ajedrez que más interesa hoy en día es su gran valor como herramienta educativa en todas las edades, aunque fundamentalmente durante la Enseñanza Primaria. Las clases de ajedrez proliferan en los centros educativos como actividad extraescolar o en horario lectivo, habiendo en la actualidad una fuerte demanda de monitores o profesores especializados en la didáctica del juego.
Este creciente interés hacia el ajedrez por parte de la comunidad educativa se explica por las interesantes aportaciones que el conocimiento y la práctica del juego proporcionan a la persona en fase de formación. Esta incidencia positiva se refleja especialmente en el desarrollo de las capacidades intelectuales y en la forja del carácter de los alumnos que practican nuestro juego.
Algunas de las capacidades que se desarrollan con el ajedrez son: atención, concentración, memoria visual, percepción, discriminación, análisis, síntesis, orientación espacio-temporal, razonamiento lógico-matemático, creatividad e imaginación. Resulta obvio decir que la mejora de todos estos aspectos en el estudiante que practica ajedrez acarrean un evidente e inevitable incremento en su rendimiento escolar, que se manifiesta no sólo en su expediente académico sino en su grado de madurez personal.
No es menos importante la incidencia del ajedrez en el desarrollo y moldeado del carácter del estudiante. Aprender a analizar sistemáticamente los problemas, razonar contestaciones, conclusiones y soluciones de problemas, valorar anticipadamente ventajas e inconvenientes de una decisión, aprender a planificar, responsabilizarse de los propios actos y asumir sus consecuencias, desarrollar la capacidad de decisión, incrementar la autonomía y controlar la impulsividad, son sólo algunas de las aportaciones del ajedrez en la construcción del carácter de una persona.
A todo lo anterior debemos añadir los valores propios de todos los deportes, también presentes en el ajedrez, como: respeto a reglamentos, leyes y normas de comportamiento, deportividad ante victorias o derrotas y respeto y consideración hacia los compañeros y rivales.
No resulta fácil encontrar otra actividad que aporte tantos valores y desarrolle tantas capacidades como el ajedrez. A esto hay que añadir la relativa facilidad y el escaso coste de su implantación en las aulas y la gran aceptación con la que es recibido por la mayoría de los alumnos.
La importancia del ajedrez como un valioso complemento a la educación tradicional ha sido reconocida en los últimos años por numerosos organismos. Así por ejemplo, la UNESCO, en 1995, recomendó oficialmente a todos sus países miembros la incorporación del ajedrez como materia educativa tanto en la Enseñanza Primaria como en la Secundaria.
Independientemente de la reconocida utilidad del ajedrez como asignatura curricular en Secundaria, tiene un sentido especial en la Primaria, ya que desde hace tiempo se sabe que la edad a la que el ajedrez se manifiesta como un estímulo para el desarrollo de las capacidades mentales del individuo se sitúa entre los 7 y los 12 años aproximadamente. Como ejemplo basta considerar que un niño que estudie 4 años de ajedrez escolar, por ejemplo de 3º a 6º de Primaria, resuelve en ese período cerca de medio millón de ejercicios de toma de decisión, entrenamiento muy difícilmente alcanzable con cualquier otra actividad.
AJEDREZ
HERRAMIENTA PEDAGÓGICA
El Ajedrez tiene todas las cualidades para
convertirse en una excelente herramienta pedagógica: está de acuerdo con el
diseño curricular, responde adecuadamente a los objetivos generales que se
consignan en él y se enseña jugando con los grandes. El instinto de jugar es
exclusivo para los niños y su desarrollo, lo mismo que para el hombre.
AJEDREZ EN LA EDUCACION
La experiencia cubana, con el ajedrez obligatorio en las escuelas, la rusa y alemana con la enseñanza del ajedrez a temprana edad, las matemáticas, las múltiples inteligencias y el ajedrez en las escuelas canadienses, han logrado un mejor desarrollo intelectual.
El ajedrez sirve hoy en muchos países, España, Bulgaria, Hungría no se han quedado atrás en el desarrollo cognitivo. Los grandes laboratorios de computación usan al ajedrez y sus formas de resolución para mejorar el pensamiento artificial, en especial la forma de imponer los heurísticos que generarán una especie de capacidad intuitiva de aprendizaje cibernético, con una gran variedad de programas, en Estados Unidos, Rusia, Alemania, Inglaterra o Francia.
El aprendizaje y practica del ajedrez promueve el desarrollo de factores intelectuales, de aprendizaje y de personalidad:
La experiencia cubana, con el ajedrez obligatorio en las escuelas, la rusa y alemana con la enseñanza del ajedrez a temprana edad, las matemáticas, las múltiples inteligencias y el ajedrez en las escuelas canadienses, han logrado un mejor desarrollo intelectual.
El ajedrez sirve hoy en muchos países, España, Bulgaria, Hungría no se han quedado atrás en el desarrollo cognitivo. Los grandes laboratorios de computación usan al ajedrez y sus formas de resolución para mejorar el pensamiento artificial, en especial la forma de imponer los heurísticos que generarán una especie de capacidad intuitiva de aprendizaje cibernético, con una gran variedad de programas, en Estados Unidos, Rusia, Alemania, Inglaterra o Francia.
El aprendizaje y practica del ajedrez promueve el desarrollo de factores intelectuales, de aprendizaje y de personalidad:
· Intelectuales:
desarrolla el razonamiento abstracto, la memoria y la imaginación creativa.
·
- Metodología: el
aprendizaje y entrenamiento de la memoria fortalece la atención y la
concentración así como el hábito de organizar el propio tiempo y el propio
trabajo.
-
- Culturales: La
filosofía del ajedrez, la historia - legado cultural que tiene varios
siglos- la adopción de nuevas tecnologías, el uso de bases de datos, los
lenguajes e idiomas, la inteligencia artificial incentiva y motiva a tomar
estudios superiores en un mundo intercultural.
BENEFICIOS DEL AJEDREZ EN LA EDUCACION
· Los niños y niñas, a través del aprendizaje del ajedrez,
descubren sus habilidades intelectuales.
·
- Participando
de un deporte que no los limita para compartirlo con sus mayores, les
permite una madurez de intercambios sociales de mayor envergadura.
-
- El ajedrez,
por su cultura e inserción en todo el mundo, abre una visión amplia de
posibilidades, habilidades y destrezas.
-
- Los jóvenes
encuentran, en el método de estudio del juego, las enseñanzas de conductas
faltantes en el desarrollo curricular de las escuelas.
-
- Con la
practica del ajedrez, según su edad, se obtiene una base de conocimientos
que les permite ir descubriendo PASO A PASO inteligencias múltiples.
-
- Mediante
juegos ajedrecísticos se adquiere otros vocabularios como el de las
matemáticas, el idioma, el lenguaje intrapersonal e interpersonal,
complementándolo con la rica variedad de múltiples inteligencias.
-
- El pensamiento
lateral, la memoria visual, la deducción o el pensamiento analógico se
enriquecen mediante conductas habituales frente a la resolución de
problemas.
-
- Se obtiene
serenidad en la toma de decisiones y respuestas más claras frente a cada
situación particular en sus vidas.
-
- Directivos,
padres y maestros obtienen información valiosa sobre el que hacer educativo
de sus discípulos.
-
- La enseñanza
del ajedrez escolar desarrolla facultades fundamentales de orden
intelectual como la atención, el raciocinio, el cálculo, la investigación,
la toma de decisiones.
-
- Tiene una base
matemática que es el lenguaje del método y el pensamiento ordenado. La
matemática es el instrumento y lenguaje de la ciencia.
-
- Estimula el
desarrollo de habilidades cognitivas tales como: memoria, inteligencia,
análisis, concentración; capacidades fundamentales en la evolución
ulterior del individuo.
-
- Da una pauta
ética en el momento propicio para la adquisición de valores morales.
-
- Debido a sus
múltiple ventajas contribuyen a la formación de mejores ciudadanos.
-
- Permite
transferencia a situaciones de la vida diaria.
-
- Minimiza el
cansancio físico y enriquece el espíritu.
-
- Favorece el
desarrollo del lenguaje ajedrecístico y su habilidad para la
argumentación.
Contribuye al mejoramiento del
individuo; mediante el desarrollo y descubrimiento de inteligencias múltiples.
Ajedrez y psicología
Históricamente el ajedrez ha sido utilizado como una herramienta de investigación por múltiples psicólogos, uno de los primeros fue, Sigmund Freud fue el primer psicoanalista en mencionar el juego de ajedrez cuando en 1913 afirmó que los pasos requeridos para dominar el juego de ajedrez eran similares a las técnicas psicoanalíticas.
En 1925, los psicólogos de origen ruso, Djakow, Petrowski y Rudik estudiaron a los grandes maestros del ajedrez para determinar cuales eran los factores fundamentales del talento ajedrecístico.
Históricamente el ajedrez ha sido utilizado como una herramienta de investigación por múltiples psicólogos, uno de los primeros fue, Sigmund Freud fue el primer psicoanalista en mencionar el juego de ajedrez cuando en 1913 afirmó que los pasos requeridos para dominar el juego de ajedrez eran similares a las técnicas psicoanalíticas.
En 1925, los psicólogos de origen ruso, Djakow, Petrowski y Rudik estudiaron a los grandes maestros del ajedrez para determinar cuales eran los factores fundamentales del talento ajedrecístico.
Estos investigadores determinaron que los grandes logros obtenidos
dentro del ajedrez radicaban en la memoria visual excepcional, el poder combinatorio, la velocidad para calcular, el poder de concentración y el pensamiento lógico. "el ajedrez es uno de los juegos-deporte más completo para el desarrollo intelectual de los chicos y de las chicas
porque, además de estructurar sus mentes, es una forma divertida de aprender un
juego no habitual entre la gente de su edad y que les permite desarrollar su
capacidad intelectual".
En la reunión de la Comisión de Ajedrez en la Educación de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE) en agosto de 1984 se revisó el
valor del ajedrez como parte del currículo escolar. Algunos de los beneficios del ajedrez que se mencionan en el informe de esta reunión incluyen: desarrollo de la memoria, incremento de la creatividad, enriquecimiento cultural y desarrollo mental. La Comisión determinó que era apropiado la preparación de documentos para incentivar a los gobiernos a introducir el ajedrez en las escuelas. (Informe FIDE, 1984, p. 74)
La conclusión general es que el ajedrez enseñado de una forma metodológica es un sistema de incentivo suficiente para acelerar el incremento del cociente intelectual en niños de ambos sexos de escuela primaria en cualquier nivel socio-económico. Resulta también positivo que este estudio mostró resultados muy interesantes con relación a la transferencia del pensamiento ajedrecístico a otras áreas de estudio.
B.F. Skinner, un influyente psicólogo contemporáneo escribió: "No hay duda que este proyecto en su totalidad será considerado como uno de los experimentos grandiosos de este siglo para nuestra sociedad." (Tudela, 1987) Debido al éxito de este estudio, el programa de ajedrez fue sustancialmente ampliado.
A inicios del período escolar 1988-89 se enseñó ajedrez en todas las escuelas de Venezuela. El ajedrez forma parte del expediente escolar en miles de escuelas en unos 30 países alrededor del mundo. (Linder, 1990)
El Programa de Ajedrez de las Escuelas de la Ciudad de Nueva York.
Fue fundado en 1986 por Faneuil Adams, Jr. Y Bruce Pandolfini. El programa envía a un instructor experimentado a las escuelas para establecer un programa de ajedrez.
El instructor enseña cinco lecciones y ayuda a un maestro de la escuela a desarrollar un curso para un programa de ajedrez. Los instructores son auxiliados por jóvenes estudiantes de secundaria y estudiantes de escuelas de la comunidad que se destacan en el ajedrez.
Los jóvenes sirven de asistentes y trabajan con los alumnos en medio de las visitas del instructor. Más de 3,000 estudiantes de escasos recursos en más de 100 escuelas públicas participaron en el programa entre 1986 y 1990. El programa continúa motivando a los jóvenes de los barrios más pobres de la ciudad de Nueva York.
Cristine Palm (1990) describe que en los cuatro años de haberse establecido el programa se ha comprobado que el ajedrez:
inculca en los jugadores jóvenes un sentido de auto confianza y autoestima que mejora dramáticamente, incrementa la capacidad del niño a pensar racionalmente, mejora las habilidades cognoscitivas, promueve la comunicación en los niños y la facultad de poder reconocer configuraciones, lo cual da como resultado mejores notas, fortalece el sentido de trabajo en equipo a la vez que realza las habilidades de la persona enseña el valor de trabajar arduamente, concentrarse y empeñarse, que el niño(a) se de cuenta que es responsable de sus propios actos y enseña a los niños que debe aceptar las consecuencias, a dar lo mejor de sí para lograr la victoria, aceptando con gracia las derrotas, mejorando el nivel de asistencia en una forma increíble, a las niñas competir con los niños sin sentirse intimidadas y ayuda a los niños a establecer en un plano social aceptable, amistades con cierta facilidad, ya que proporciona un escenario agradable y seguro y permite a los estudiantes reunirse y discutir entre ellos, en una forma más comprensiva, través de la competencia.
En la revista Readers Digest (junio 1989), Jo Coudert escribió un artículo titulado De Niños de la Calle a Caballeros Reales ("From Street Kids to Royal Knights") sobre un maestro preocupado que por intermedio del juego de ajedrez logró cambiarle la vida a unos muchachos.
En este artículo describe como Bill Hall, maestro veterano por 24 años, fue transferido a la escuela pública secundaria J.H.S. 99 de la ciudad de Nueva York para enseñar el español como un segundo idioma.
Viendo que no estaba teniendo éxito con sus estudiantes que eran revoltosos, algunos vagabundos crónicos, involucrados en actos vandálicos y el hurto, y que sólo prestaban atención por muy corto tiempo, un día por accidente les explicó de una forma interesante cómo se jugaba el ajedrez.
Inmediatamente se percató que el problema con los maestros era que tenían bajas expectativas para estos estudiantes. Día a día los fue motivando al punto que los estudiantes estaban interesadísimos por aprender más y leer libros de ajedrez en español. Los niveles de comprensión y vocabulario de los muchachos comenzó a mejorar.
Hall los inscribió en un torneo intercolegial de ajedrez, observó también que sus manierismos de niños "machos" empezaban a desaparecer y aprovechó para enseñarles buenos modales y a actuar como caballeros. El temor que tenían los muchachos cuando viajaron al torneo estatal en Syracuse, N.Y. no era el de perder, sino el de cómo comportarse en los trenes, hoteles y restaurantes.
Estaban predispuestos a que si uno de ellos ganaba, todos ganaban. Si perdían, lo harían como caballeros. Estaban orgullosos de ser los Caballeros Reales. Un año después de haber aprendido a jugar ajedrez viajaron hasta California para competir en el Torneo Nacional de Ajedrez para Escuela Secundaria de 1987. No sólo llegaron a ocupar el 17vo lugar de los 109 equipos de 35 estados, sino que ya estaban actuando como viajeros experimentados. Posteriormente fueron invitados a viajar a la Unión Soviética para jugar contra los jóvenes soviéticos. Sería el primer equipo escolar estadounidense en visitar la Unión Soviética.
Los Caballeros Reales urgieron a Hall para que les impusiera una disciplina militar durante el entrenamiento para el viaje. Lograron jugar un alto nivel de ajedrez contra los soviéticos y además habían ganado bastante como personas responsables y planificadoras.
Uno de los jóvenes recalcó que "la vida no es diferente al ajedrez, si uno no tiene un plan, será vencido.
En la reunión de la Comisión de Ajedrez en la Educación de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE) en agosto de 1984 se revisó el
valor del ajedrez como parte del currículo escolar. Algunos de los beneficios del ajedrez que se mencionan en el informe de esta reunión incluyen: desarrollo de la memoria, incremento de la creatividad, enriquecimiento cultural y desarrollo mental. La Comisión determinó que era apropiado la preparación de documentos para incentivar a los gobiernos a introducir el ajedrez en las escuelas. (Informe FIDE, 1984, p. 74)
La conclusión general es que el ajedrez enseñado de una forma metodológica es un sistema de incentivo suficiente para acelerar el incremento del cociente intelectual en niños de ambos sexos de escuela primaria en cualquier nivel socio-económico. Resulta también positivo que este estudio mostró resultados muy interesantes con relación a la transferencia del pensamiento ajedrecístico a otras áreas de estudio.
B.F. Skinner, un influyente psicólogo contemporáneo escribió: "No hay duda que este proyecto en su totalidad será considerado como uno de los experimentos grandiosos de este siglo para nuestra sociedad." (Tudela, 1987) Debido al éxito de este estudio, el programa de ajedrez fue sustancialmente ampliado.
A inicios del período escolar 1988-89 se enseñó ajedrez en todas las escuelas de Venezuela. El ajedrez forma parte del expediente escolar en miles de escuelas en unos 30 países alrededor del mundo. (Linder, 1990)
El Programa de Ajedrez de las Escuelas de la Ciudad de Nueva York.
Fue fundado en 1986 por Faneuil Adams, Jr. Y Bruce Pandolfini. El programa envía a un instructor experimentado a las escuelas para establecer un programa de ajedrez.
El instructor enseña cinco lecciones y ayuda a un maestro de la escuela a desarrollar un curso para un programa de ajedrez. Los instructores son auxiliados por jóvenes estudiantes de secundaria y estudiantes de escuelas de la comunidad que se destacan en el ajedrez.
Los jóvenes sirven de asistentes y trabajan con los alumnos en medio de las visitas del instructor. Más de 3,000 estudiantes de escasos recursos en más de 100 escuelas públicas participaron en el programa entre 1986 y 1990. El programa continúa motivando a los jóvenes de los barrios más pobres de la ciudad de Nueva York.
Cristine Palm (1990) describe que en los cuatro años de haberse establecido el programa se ha comprobado que el ajedrez:
inculca en los jugadores jóvenes un sentido de auto confianza y autoestima que mejora dramáticamente, incrementa la capacidad del niño a pensar racionalmente, mejora las habilidades cognoscitivas, promueve la comunicación en los niños y la facultad de poder reconocer configuraciones, lo cual da como resultado mejores notas, fortalece el sentido de trabajo en equipo a la vez que realza las habilidades de la persona enseña el valor de trabajar arduamente, concentrarse y empeñarse, que el niño(a) se de cuenta que es responsable de sus propios actos y enseña a los niños que debe aceptar las consecuencias, a dar lo mejor de sí para lograr la victoria, aceptando con gracia las derrotas, mejorando el nivel de asistencia en una forma increíble, a las niñas competir con los niños sin sentirse intimidadas y ayuda a los niños a establecer en un plano social aceptable, amistades con cierta facilidad, ya que proporciona un escenario agradable y seguro y permite a los estudiantes reunirse y discutir entre ellos, en una forma más comprensiva, través de la competencia.
En la revista Readers Digest (junio 1989), Jo Coudert escribió un artículo titulado De Niños de la Calle a Caballeros Reales ("From Street Kids to Royal Knights") sobre un maestro preocupado que por intermedio del juego de ajedrez logró cambiarle la vida a unos muchachos.
En este artículo describe como Bill Hall, maestro veterano por 24 años, fue transferido a la escuela pública secundaria J.H.S. 99 de la ciudad de Nueva York para enseñar el español como un segundo idioma.
Viendo que no estaba teniendo éxito con sus estudiantes que eran revoltosos, algunos vagabundos crónicos, involucrados en actos vandálicos y el hurto, y que sólo prestaban atención por muy corto tiempo, un día por accidente les explicó de una forma interesante cómo se jugaba el ajedrez.
Inmediatamente se percató que el problema con los maestros era que tenían bajas expectativas para estos estudiantes. Día a día los fue motivando al punto que los estudiantes estaban interesadísimos por aprender más y leer libros de ajedrez en español. Los niveles de comprensión y vocabulario de los muchachos comenzó a mejorar.
Hall los inscribió en un torneo intercolegial de ajedrez, observó también que sus manierismos de niños "machos" empezaban a desaparecer y aprovechó para enseñarles buenos modales y a actuar como caballeros. El temor que tenían los muchachos cuando viajaron al torneo estatal en Syracuse, N.Y. no era el de perder, sino el de cómo comportarse en los trenes, hoteles y restaurantes.
Estaban predispuestos a que si uno de ellos ganaba, todos ganaban. Si perdían, lo harían como caballeros. Estaban orgullosos de ser los Caballeros Reales. Un año después de haber aprendido a jugar ajedrez viajaron hasta California para competir en el Torneo Nacional de Ajedrez para Escuela Secundaria de 1987. No sólo llegaron a ocupar el 17vo lugar de los 109 equipos de 35 estados, sino que ya estaban actuando como viajeros experimentados. Posteriormente fueron invitados a viajar a la Unión Soviética para jugar contra los jóvenes soviéticos. Sería el primer equipo escolar estadounidense en visitar la Unión Soviética.
Los Caballeros Reales urgieron a Hall para que les impusiera una disciplina militar durante el entrenamiento para el viaje. Lograron jugar un alto nivel de ajedrez contra los soviéticos y además habían ganado bastante como personas responsables y planificadoras.
Uno de los jóvenes recalcó que "la vida no es diferente al ajedrez, si uno no tiene un plan, será vencido.
El gobierno filipino adopta la enseñanza del ajedrez en los
pénsumes escolares. (Traducido
de la página oficial de la FIDE)
Sábado,
02 de mayo 2009
La Presidente de Filipinas
Gloria Macapagal Arroyo, aprobó la inclusión del ajedrez en los planes de
estudio de las escuelas primarias y secundarias de todo el país. El presidente
de la Federación Nacional de Ajedrez de Filipinas (NCFP), Próspero Pichay, y el
Secretario del Departamento de Educación, Jesli Lapus A., firmaron el
Memorándum de Acuerdo. La Presidente de Filipinas emitió la orden ejecutiva
para alentar a los niños a jugar ajedrez, de acuerdo con el Programa de Base de
la Comisión de Deportes de Filipinas.
La Vida es una clase de Ajedrez, en que tenemos a menudo puntos para ganar, y competidores o adversarios con los que contender, y en donde hay una vasta variedad de acontecimientos, buenos y malos, que son, en algún grado, los efectos de la prudencia o la necesidad de ella. Jugando al ajedrez, entonces, podemos aprender:
Benjamín Franklin
Como reflexión final se puede recordar una premonitoria cita del alemán Emanuel Lasker (1868-1941), Doctor en Matemáticas y Campeón Mundial de ajedrez entre 1894 y 1921:
La misión del ajedrez en las escuelas no es la de obtener expertos en ajedrez. La educación mediante el ajedrez debe habituar al alumno a pensar por sí mismo.
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