miércoles, 29 de mayo de 2013


EL ATRACTIVO MUNDO DE LOS RECORDS AJEDRECÍSTICOS

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Los records deportivos tienen el inusual encanto de la espectacularidad, y en ocasiones nuestras mentes ofrecen tenaz resistencia para aceptarlos, e incluso ante la abrumadora realidad exclamamos atónitos “¡increíble, pero cierto!”. Mas esta paradoja de los records, en el caso particular del ajedrez, nos brinda la interesante posibilidad de asociarle al juego la novedosa faceta de incorporar lo curioso como elemento adicional.

Entonces, a las tres dimensiones establecidas para el ajedrez: arte, ciencia y deporte, podríamos incorporarle una cuarta, la de espectáculo, impulsada por el vertiginoso fluir de sus actividades por los diferentes medios de comunicación y, muy especialmente, por Internet. El ajedrez es una disciplina que se aviene a la perfección a la red de redes, pudiéndose constatar su desarrollo en tiempo real en los más diversos confines del planeta.

Entremos en materia. Probablemente, uno de los records más conocidos en el ajedrez sean los 27 largos años durante los cuales reinó como monarca absoluto Enmanuel Lasker, aunque desde 1894 hasta 1921 jugó solamente 271 partidas en 10 torneos (¡ganó el 80 por ciento de ellos!) y 11 matches. Justo es consignar que Lasker en la etapa señalada tuvo varios “descansos” que en total sumaron 16 años, sin jugar partida alguna.

Entonces, ¿cuál es el récord que debemos asumir? ¿El de años como campeón, o el de años sin jugar y mantenerse a tan altísimo nivel? En honor a la verdad, ambos cumplen con los méritos necesarios para ser considerados records en el mundo trebejístico.

OCHO AÑOS SIN PERDER PARTIDA ALGUNA

Esta es una marca que impresiona de manera singular y, en efecto, así sucede al recordar que el tercer campeón mundial de ajedrez, José Raúl Capablanca, estuvo desde el 8 de febrero de 1916 en New York (O. Chajes 1 – Capablanca 0, Defensa Francesa, 60 movimientos), hasta el 22 de marzo de 1924 en New York (R. Reti 1 – Capablanca 0, Apertura Inglesa, 31), sin perder partida alguna de las 63 que realizó en ese tiempo, obteniendo el impresionante resultado de 81,7% de efectividad (+40=23).

Superar ese resultado implicaría una hazaña fabulosa. Sin embargo, la vida se encargaría de introducir sus modificaciones con singular inteligencia, y habría una nueva marca de cotejos sucesivos sin perder con la firma del octavo campeón mundial, Mijail Tal, que permaneció invicto desde el 23 de octubre de 1973 (ronda XV. Tal 0 Petrosian 1, Caro-Kann 27, XLI Ch.URSS) hasta el 21 de octubre de 1974 (ronda VI Tal 0 Kirov 1 Siciliana 37, Novi Sad), jugando 98 partidas para un desempeño del 74% (+47=51), en los 9 eventos donde intervino, con categorías entre la VII y la XIII.

Una proeza de significativa envergadura, conociendo el arriesgado estilo y modo de encarar la lucha del “Mago de Riga”.

A GOLPE DE AUDACIA, LA JUVENTUD SE IMPONE

Cuando la FIDE decidió otorgar títulos internacionales en 1950, consideró inicialmente conceder 27 pergaminos de Grandes Maestros a jugadores con probados méritos en la arena internacional, correspondiéndole a David Bronstein ser el más joven del mundo con 26 años. Pero en 1952, Tigran Petrosian se hace con el título luego de su sensacional actuación en el Interzonal de Estocolmo y Saltsjobaden en Suecia, con apenas 23 años. Se sigue bajando la parada y para 1955, Boris Spassky estuvo listo para conquistar el título tan solo con 18 años.

El tiempo continúa transcurriendo y en 1958, durante la celebración del Interzonal de Portoroz en Yugoslavia, Bobby Fischer hace añicos la marca de Spassky y con 15 años, 6 meses y un día se convierte en Gran Maestro. El récord de Fischer se convirtió en uno de los más longevos en los anales trebejísticos, hasta que Judit Polgar, el 20 de diciembre de 1991, treinta y tres años después, accediera al título de GM sin distinción de sexo con 15 años, 4 meses y 28 días.

Once años más tarde, el ucraniano Sergei Karjakin conseguiría su tercera norma de GM en Sudak en agosto de 2002, teniendo a la sazón 12 años y 7 meses. Es esta la marca que, por ahora, se mantiene vigente en el reino de Caissa.
Ruslan Ponomariov y Romelio Milián, en Linares 2002.
UN MONARCA CON EDAD DE PRÍNCIPE

De los primeros siete campeones mundiales reconocidos por la FIDE, con excepción de Enmanuel Lasker, que lo hizo con 26 años, el resto pasó con holgura las tres décadas de vida antes de llegar al trono del planeta. Es por ello que cuando Mijail Tal en 1960, teniendo a la sazón 23 años y 180 días, logró destronar a Mijail Botvinnik, la afición mundial quedó francamente impresionada.

Luego, en 1975 y próximo a cumplir los 24 años de edad, Anatoli Karpov asumió la corona mundial al declinar Bobby Fischer a defender su título. Y, con 22 años y 210 días, entró seguidamente en escena Garri Kasparov, al batir al propio Karpov en un match que terminó el 9 de noviembre de 1985, haciéndose de ese modo el campeón más joven de la historia del ajedrez.

Sin embargo, esta loable marca de Kasparov solamente prevaleció 17 años, pues el 23 de enero de 2002, Ruslan Ponomariov, con 18 años y 104 días, la hizo añicos, luego de vencer a su compatriota Vassili Ivanchuk en la final por la disputa del codiciado título. De esta manera, Ponomariov comenzaría un reinado donde prácticamente hizo coincidir su edad con la de un príncipe.

MAYOR NÚMERO DE VICTORIAS CONSECUTIVAS

La más larga serie de triunfos logrados de manera sucesiva en partidas de matches y torneos le pertenece al primer campeón mundial de la historia del ajedrez, Wilhelm Steinitz, cuando desde 1873 hasta 1882 logró hilvanar 25 victorias de modo ininterrumpido, ya que venció en sus últimos 14 compromisos en Viena 1873, dos ante Blackburne en el play-off, siete frente al mismo Blackburne en su match de Londres 1876, y luego de alcanzar dos triunfos en Viena 1882, Mackenzie, con dos peones menos, logró encontrar frente a él un salvador jaque perpetuo.

Por cierto, entre 1970 y 1971, Fischer consiguió 20 victorias de manera consecutiva, resultado que logra una dimensión colosal si pensamos que durante 1971, en el torneo de la Candidatura, venció en seis ocasiones a Larsen y otras seis a Taimanov, y repitió la dosis en la primera partida a Petrosian. De ese modo obtuvo 13 triunfos en fila sobre jugadores que holgadamente sobrepasaban los 2600 puntos en el baremo del Elo.

La cara opuesta de la moneda fue protagonizada por el GM islandés Johann Hjartarsson que desde el 25 de febrero al 21 de marzo de 1989 experimentó una de las “malas rachas” más sorprendentes para un super GM, cuando a partir de la quinta ronda de Linares perdiera contra Ljubojevic, Karpov, Portisch, Ivanchuk, Timman y Short, y extendiera la negra cadena hasta la cuarta ronda de Ámsterdam, donde fue víctima de Salov (dos veces), Short y Timman.

Aún se mantiene incólume la marca de mayor número de triunfos consecutivos alcanzados en torneos, proeza que le pertenece por entero a Kasparov, pues desde 1981 hasta 1990 obtuvo 15 primeros lugares, en algunos casos compartidos. Mas, lo impresionante resulta que 14 de ellos alcanzaron la categoría de supertorneos. La relación completa se las muestro a continuación: Campeonato URSS Frunze 1981, empatado con Psajis; Bugojno e Interzonal de Moscú, ambos en 1982; Bruselas 1986, Bruselas SWIFT 1987, empatado con Ljubojevic; Ámsterdam, Belfort World Cup, Camp. URSS Moscú, empatado con Karpov, y Reykavik World Cup, todos en 1988; Barcelona World Cup, empatado con Ljubojevic; Skelleftea World Cup, empatado con Karpov; Tillburg y Belgrado, todos en 1989; y Linares 1990.

Durante la XVII Olimpíada Mundial de Ajedrez celebrada en La Habana 1966, Fischer logró 15 puntos de 17 posibles, obteniendo un 88,23% de efectividad y con ello se hizo acreedor de la medalla de plata en defensa del primer tablero de EE.UU. Sin embargo, al alcanzar un Performance Rating de 2822, se convertiría en el primer jugador en la historia de las Olimpíadas en sobrepasar la envidiable cifra de los 2800. Por cierto, esta marca mantuvo su vigencia hasta Salónica 1988, cuando Kasparov logró 2877.

El P.R. de mayor impacto en la historia lo realizó Garri Kasparov durante sus 15 años de monarca planetario, pues desde diciembre 1985 (match amistoso vs Timman) hasta noviembre de 2000 (match vs Kramnik), se desempeñó para el 68,1% de efectividad (+280 =338 -41), con 449 puntos de 659 posibles, una media Elo de sus rivales de 2658 y P.R. de 2791.
Carlsen, un portento.
EL MÁS ALTO ELO JAMÁS CONSEGUIDO

Uno de los sucesos más competitivos en la historia del ajedrez ha sido la lucha por elevar, cada vez más, el coeficiente personal de los trebejistas. Un verdadero punto de inflexión aconteció en 1972, cuando Fischer logró una cifra impensable para su época, 2785 puntos Elo, aventajando en 125 unidades a su más cercano escolta, el entonces campeón mundial Boris Spassky.

Tuvieron que transcurrir varios años para que Karpov y Kasparov accedieran a su membresía en el Club de los 2700, hasta que Kasparov en 1999 lograría implantar una marca de altos vuelos, al conseguir 2851 puntos en su coeficiente personal.

Entramos en un nuevo siglo y se pensó que ese récord perduraría mucho tiempo más. Pero el noruego Magnus Carlsen tenía otro punto de vista y con un discurso propio en 2013, primero superaría en 10 unidades la marca de Kasparov, y para febrero ya estaba en condiciones de fijar la cifra en 2872, la cota actual, que constituye una cifra de ensueño que el nórdico muy bien podría ir incrementando gradualmente.

DE TODO UN POCO

En ocasiones, hay resultados que suelen impresionarnos de manera contundente. No obstante, pese a tratarse de marcas sensacionales, resultan ser oficiosas y no obtienen el reconocimiento y la validación de la comunidad ajedrecística. Citemos algunos ejemplos:

- Paul Morphy, Bobby Fischer y Garri Kasparov, en los siglos XIX, XX y XXI, decidieron dejar de jugar al ajedrez ¡en el apogeo de sus carrera! En el caso de Morphy, desde 1869 hasta 1884; en el de Bobby, desde 1972 hasta 1992; y en el de Kasparov, desde 2005 hasta nuestros días.

- Uno de los imprescindibles y al que en su momento se consideró un verdadero campeón sin corona, el célebre Akiba Rubinstein, posee una hazaña muy difícil de igualar y prácticamente imposible de superar, ya que en sus primeros encuentros contra cuatro monarcas del orbe, tuvo la inmensa satisfacción de vencerlos. A saber: Lasker (San Petersburgo, 1909); Alekhine (Moscú, 1910); Capablanca (San Sebastián, 1911) y Euwe (La Haya,1921).

- En 1996 se efectuaron los primeros supertorneos con categorías 19 y 21. Además, fue el año donde se realizaron mayor número de supertorneos, con 21.

- En Los Ángeles 1968 (CAT 14) se celebró el desempate del torneo Interzonal de Susse 1967, donde intervinieron tres jugadores. Lo curioso estriba en el hecho de que quien ganó el evento, no pudo ganar partida alguna en la lid. De ese modo, Samuel Reshevsky pasó a la Candidatura entablando sus ocho partidas, dejando a Hort y Stein fuera de la lucha por la corona mundial.

El mundo del ajedrez también exhibe resultados que impactan, y no precisamente por lo positivo de ellos, sino más bien por su polo opuesto. Digamos, pese a ser un consistente ganador de eventos –en muchos con ventajas abrumadoras sobre sus rivales más cercanos-, Alekhine jamás pudo alcanzar su inclusión en el selecto Club de los 2700. Mientras, Fischer nunca tuvo la satisfacción de ganar un supertorneo (CAT 14 en adelante).

El P.R., como se sabe, constituye un valioso auxiliar para comprender a cabalidad el resultado de un jugador en un torneo específico. Todos hemos quedado fuertemente asombrados ante la memorable actuación de Anatoli Karpov en Linares 1994, quien con 11 puntos de 13 (84,6%) y una media Elo de sus contrarios de 2681, logró un rating para ese evento de 2977, aventajando significativamente al inmenso Lasker, quien en la final de San Petersburgo 1914 computó 7 puntos de 8 (87,5%) ante rivales cuyo Elo medio era de 2606, logrando desempeñarse para 2942.

Y próximo a cumplir el medio siglo de existencia, se alza con inusual majestuosidad el P.R. más elevado de todas las épocas en torneos a la americana o round-robin, rubricado por Fischer con score perfecto en 11 partidas en el Campeonato de EE.UU 1963/64. Entonces, el de Chicago obtuvo la astronómica cifra de 3138, uno de los records más longevos del ajedrez.

Como último aspecto deseo resaltar que, hasta 1993, Karpov había intervenido en 51 supertorneos, en los cuales alcanzó la friolera de 32 primeros lugares, cifra esta que constituye uno de los retos más espectaculares que deberán enfrentar las futuras generaciones.

OTROS RECORDS PARA EL RECUERDO

- Capablanca jamás perdió partida alguna de torneo jugando con blancas la apertura Ruy López.

- Judit Polgar ha sido la ajedrecista que con menor edad pudo acceder al título de MI sin distinción de sexo, al alcanzarlo con 12 años y un mes en 1989.

- El indio Vishy Anand ha conquistado el título del ajedrez por tres vías bien diferentes: empleando el sistema de K.O de la FIDE (con triunfo final sobre Alexei Shirov en la final en el 2000); ganando el Candidatos de México en 2007; y con el match de unificación con Kramnik en 2008.

- El ruso Vladimir Kramnik es el único jugador del planeta que ha podido vencer, al menos en una ocasión, en todas las categorías, de la 14 a la 22, que conforman los supertorneos de ajedrez (excepto en la CAT 16).

- Desde el 16 de abril hasta el 1 de mayo de 2013, se realizaron simultáneamente en diversos puntos del planeta cuatro supertorneos de ajedrez: el Campeonato de China con CAT 15; el 48 Capablanca in Memoriam, CAT 18; el Memorial Alekhine, CAT 20; y el Grand Prix de la FIDE en Zug, CAT 21.

En la actualidad, la FIDE debiera ir considerando la posibilidad de habilitar un departamento oficial donde se procesen datos históricos y estadísticos del juego ciencia, así como sus principales curiosidades y anecdotario, ya que ello constituye un elemento imprescindible para recrear y hacer veraz la historia del noble juego.

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