sábado, 2 de marzo de 2013



Mijail Botvinnik es el científico del ajedrez

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Por: Wilson Zapata Bustamante 
El autor de las frases: “El ajedrez es el arte del análisis”; “ realizar análisis permite aprender a pensar y a calcular”; y, “tienes que pensar con tu propia cabeza, siempre hay que dudar, buscar la verdad”, es el ingeniero Mijil Botvinnik, el intelectual que decía que para alcanzar un gran nivel de juego había que trabajar muy duro, aprender a analizar, anotar partidas, criticar los errores propios, estudiar la historia del ajedrez, el desarrollo de la teoría de las aperturas y de los finales. Creó el método científico de preparación.
undefinedFue un gran campeón del mundo y el creador de toda una escuela, la soviética, de brillantísima tradición. Su estilo ante el tablero era eminentemente posicional; tenía un gran dominio de la técnica y fue un eximio finalista. Sus análisis de las partidas aplazadas eran magistrales, tanto por la profundidad como por la intuición psicológica.
Mijail Botvinnik, ex campeón mundial y un verdadero científico del ajedrez, al explicar sobre sus métodos de preparación anota:” Ya hace tiempo he indicado a nuestros maestros, que sistemáticamente caen en apuros de tiempo, un procedimiento para luchar contra este defecto. Por desgracia no han aprovechado mi consejo, aunque es muy sencillo. Se debe jugar partidas de entrenamiento y se debe poner la atención en primer lugar no a la calidad del juego, hasta que se adquiera el hábito de distribuir racionalmente el tiempo para poder calcular todas las variantes necesarias. Pienso que mediante este método el 90% de los enfermos de Zeinot quedarían completamente curados, con excepción naturalmente de los “enfermos crónicos”.
Por este medio, subrayaba, también se debe curar la insuficiencia. Durante una partida de entrenamiento se debe dirigir toda la atención a un defecto determinado, hasta su erradicación… Si un maestro es débil en el final, solo debe seguir el ejemplo de Chejover, quien en su juventud ha trabajado mucho en el campo del final y especialmente del estudio, y ha conseguido sensibles éxitos. Se trata de pasar al final en las partidas de entrenamiento, como también ayuda la recopilación de las experiencias correspondientes. Con el mismo método se pueden abordar los problemas del medio juego, aunque aquí la cuestión es algo más compleja.
Señalaba que el análisis casero tiene sus particularidades específicas: el maestro dispone de tiempo suficiente y puede mover las piezas aquí y allí. No obstante, esta diferencia entre el análisis y el juego práctico también tiene muchos puntos de unión. Es sabido que todos los ajedrecistas más destacados también eran grandes analistas.
La consecuencia de este trabajo aparece por sí mismo: quien quiera llegar a ser un gran maestro, también debe perfeccionarse en el campo del análisis ajedrecístico…
De la misma manera, se desprende que los comentarios a una partida, en los que “una jugada” se ha redactado en el plazo de una o dos horas, nunca podrían llamarse análisis. Así, el “análisis” solo juega un papel negativo o puede convertirse en una tonta costumbre.
Para M. Botvinnik, “El ajedrez es el arte del análisis”
Botvinnik pertenece a la familia espiritual de Steinitz y Tarrasch, los sistematizadores científicos del ajedrez. Propende hacia la ortodoxia. Pero al revés que ellos, desafió el dogma y encontró caminos nuevos e independientes, basados en frescas y profundas investigaciones. Y al revés que los sucesores de aquellos, que casi hicieron del ajedrez un pálido ejercicio académico, Botvinnik llevó instintos combatientes al desafío de la lucha.
Mas para Botvinnik, la lucha en el ajedrez no es esencialmente contra un antagonista de carne y hueso, sino contra un problema intelectual: la búsqueda de la perfecta objetividad a través del cálculo más profundo posible. Así, aunque es un hombre que se ha visto honrado por sus logros en ingeniería, capaz de una lucha esforzada contra un complejo problema técnico de circuitos eléctricos, ha dicho: “El mayor placer es cuando uno siente que está pensando y esto con lo que mejor se logra es con el ajedrez.” Si, él procuraría trascender las limitaciones de la mente humana en la búsqueda, como veremos, del invencible cerebro eléctrico.
El superior cerebro de Bovinnik lo llevó a la cúspide del ajedrez soviético en la década de 1930 y al campeonato mundial desde 1948, con dos breves interrupciones, hasta 1963.
Es interesante que el ajedrez, para Botivinnik, sea el lado artístico de la personalidad. “El ajedrez –ha dicho-, es arte y cálculo.” Y en otra ocasión: “El ajedrez es el arte del análisis”, en que uno debe aspirar a la “perfección”. Los goces estéticos y emotivos provienen de “posiciones forzosas y estrictamente conseguidas”. Arguye que el ajedrez no es una ciencia, porque estudia un sistema convencional y no la naturaleza misma. Con todo, en las partidas de Botvinnik, el vuelo de la imaginación está controlado. Para él, uno puede deducir, la belleza consiste en la elaboración lógica de teoremas técnicos. Más que ningún otro contemporáneo, alcanzó en sus partidas una perfección de impecable ejecución. Para muchos, eso es ya suficiente belleza.
“Con Botvinnik aprendí a estudiar correctamente”
El ex campeón del mundo, Garri Kaspárov, considerado el mejor ajedrecista de todos los tiempos,  manifiesta en El Duelo interminable: “Yo soy un adicto a la tendencia creativa, a la que pertenece Botvinnik. Junto a él aprendí a estudiar correctamente el ajedrez, a encontrar nuevas ideas y a trabajar continuamente en su perfeccionamiento. Este es un método científico que se basa en un profundo análisis de la herencia del pasado, en la búsqueda de nuevas variantes de aperturas y métodos para el medio juego, en la preparación de nuevos planes estratégicos. Todos los ajedrecistas estudian las partidas antiguas como si adquirieran las palabras de un idioma extranjero. Pero si se tiene un determinado vocabulario, se debe aprender a aprovechar la fuerza creativa que contiene, y también a utilizarla… Para mí, después de haberme educado en el método científico de Botvinnik, lo principal consiste en la capacidad para poder concentrarme. Un asunto básicamente sencillo. Pero, ¿y en una crisis, en una situación extrema? Es fácil comprender que la capacidad para reconcentrase en un momento decisivo del juego, es la cualidad más importante de un maestro de ajedrez…
Para jugar creativamente, para no temer a las aventuras arriesgadas, para tener una fina intuición posicional, hay que deshacerse de todo lo superfluo, trabajar duro. Debe perfeccionar permanentemente su juego, profundizar y ampliar su repertorio de aperturas, pulir su técnica ajedrecística, analizar complejos finales. No obstante, el ajedrez no es una perpetua adquisición de una suma de conocimientos. Es dinámico y cada resultado final se puede mostrar como una revisión de resultados intermedios. La verdad debe reservarnos cada vez algo nuevo. Mis propios comentarios de partidas no son para mí inquebrantables. Yo los reviso con gusto; con el tiempo muchas ideas experimentan una nueva valoración, y, por supuesto, las propias también. Dedico mi preferencia a mis nuevos errores y los analizó…
“Cuando un maestro de ajedrez comenta una partida, a menudo intenta ocultar sus imprecisiones y negligencias”, escribe Botvinnik en 1980. “Kaspárov no lo hace. Él ambiciona la verdad, procura ser objetivo”.
En síntesis: Mijail Botvinnik fue un profundo conocedor de la teoría de las aperturas, que le debe importantes innovaciones, por ejemplo, en la Defensa Semieslava. No le gustaba que interviniese el azar en ningún aspecto de la partida, ni antes ni después de celebrarse ésta. Tenía una gran capacidad de trabajo y una férrea disciplina que le alejaban de cualquier distracción que pudiera apartarle del objetivo propuesto.

PARTIDA PARA EL ESTUDIO

BLANCAS: Botvinnik
NEGRAS: Euwe.
La Haya, 1948.
1. d4, d5
2. c4, e6
3. Cf3, Cf6
4. Cc3, c6
5. e3 , Cbd7
6. Ad3, Ab4
7. a3, Aa5
8. Dc2, De7
9. Ad2, dxc4
10. Axc4 e5
11. O-O ,O-O
Las negras han jugado un esquema que se denomina “Defensa Eslava”. Se trata de una sólida estructura de peones pero que tiene como dificultad el juego con poco espacio y por lo tanto se hace difícil el desarrollo de las piezas.
Analice la posición de las blancas y vea cuáles son las ventajas que tiene.
12. Tae1, Ac7
13. Ce4 , Cxe4
14. Dxe4, a5.
15. Aa2!, Cf6
16. Dh4, e4
17. Ce5!! …
Aquí podemos percatarnos de la maestría de Botvinnik que no duda en sacrificar un peón a fin de poder potenciar la acción de todas sus piezas.
17. …, Axe5
18. dxe5, Dxe5
19. Ac3, De7
20. f3!! …
20. …, Cd5
21. Dxe7, Cxe7
22. fxe4, b6?!
23. Td1 …
23. … ,Cg6
24. Td6, Aa6
25. Tf2, Ab5
26. e5! , Ce7
27. e4! …
27. … ,c5
28. e6, f6
29. Txb6, Ac6
Euwe realiza su último intento de colocar las piezas en una posición más activa. Pero todo es inútil.
30. Txc6!! ,Cxc6
31. e7+ , Tf7
32. Ad5 …
Euwe se rinde.
Un triunfo espectacular de Mijail Botvinnik

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