martes, 11 de diciembre de 2012


Ajedrez en la educación obligatoria de Canarias

Esta semana el Parlamento canario aprobó una proposición no de ley en que insta al gobierno de Canarias a incorporar la práctica y estudio del ajedrez en el horario lectivo de Primaria y Secundaria. Según la diputada proponente, el ajedrez resulta “ideal para poner a prueba y perfeccionar” la capacidad de razonamiento, la actitud analítica y el espíritu competitivo, desde la perspectiva de la nobleza de las personas. Además, se suma a la propuesta la amplia penetración del ajedrez en las escuelas canarias y que allí se haya realizado uno de los pocos estudios (sic) sobre los beneficios del ajedrez en las escuelas.
El estudio es el siguiente, publicado este mismo año 2012: The Benefit of Chess for the Intellectual and Socioemotional Enrichment in School Children. Seguramente muy interesante, pero trata sobre la actividad de ajedrez como actividad realizada en horario extraescolar y como alternativa al fútbol o baloncesto. En un plano menos científico, existen bastantes obras sobre la presunta aplicación del ajedrez a ámbitos de la vida, normalmente profesionales y de negocios. Como la vida imita al ajedrez de Garry Kasparov o Jaque Mate: Estrategias ganadoras del ajedrez para aplicar a tu negocio de Miguel Illescas son simplemente dos ejemplos, si bien acaban siendo simplemente colecciones de anécdotas y batallitas de Abuelo Cebolleta de las que cada cual puede sacar las conclusiones que desee; tampoco nos debe extrañar este subgénero de libros de autoayuda y gestión empresarial, basta entrar la sección correspondiente en una librería y veremos más que suficientes ediciones de El arte de la guerra de Sun Tzu dispuestas a ayudarnos a mejorar nuestra vida profesional con sus mejores ideas estratégicas …
Por tanto, no nos extrañemos de que se sobrevaloren las propiedades del ajedrez en la enseñanza. De las propuestas para introducir el ajedrez en el sistema educativo, escribí no hace mucho. Seguramente como actividad extraescolar resulte sumamente interesante, o al menos no menos que otras como fútbol o baloncesto, especialmente cuando los padres superan la identificación de actividad saludable con aquella que se realiza al aire libre, sudando y corriendo. Pero incluirla como actividad obligatoria supone:
Imponer obligatoriamente la actividad a los niños ¿Cuántos no la acabarán odiando?
Quitarle horas a alguna otra materia bastante más útil, nimiedades tales como matemáticas, lectura o escritura que resultan bastante útiles.
No cabe duda de que para todos los aficionados al ajedrez y monitores más o menos profesionales puede ser una buena noticia. Y desde luego no sería una actividad más inútil que otras muchas que actualmente ocupan un espacio en los planes de estudio (Religión …). Pero no creo que ese sea su lugar, como tampoco lo creería de otras muchas actividades.
En cualquier caso, la mejor propuesta que he leído en este debate es la que hizo vía Twitter el bloguero (y maestro, en el doble sentido) Luis Bernal: introducir el ajedrez como una unidad didáctica en Educación Física o en Ayuda al Estudio. Simplemente como una herramienta más para el desarrollo y mejora de ciertas habilidades, sin excesiva carga horaria.

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