lunes, 13 de agosto de 2012

Ajedrez y Educación, interesante conferencia de Anand




¿Proviene el ajedrez de la educación o la educación se enriquece gracias al ajedrez? Para contestar correctamente a esta cuestión deberíamos adentrarnos un poco en la historia del ajedrez. En la mitología hindú, se cuenta que el rey demonio Ravana inventó el juego para que su esposa, Mandodari, estuviera contenta y ocupada. El propósito no era sólo mantenerla ocupada, sino que, como sentía gran aprecio por ella, pudiera también desarrollar sus facultades mentales. Es esta la primera referencia conocida que tenemos del ajedrez en nuestra mitología. Otra referencia nos viene de Kautilya o Chanakya en un tratado de política titulado Arthashastra o Significado de las reglas. Este libro, escrito en el siglo IV antes de Cristo, menciona el ajedrez por un nombre indio, Chaturanga, y habla de los cuatro elementos anga de la defensa de un rey: los elefantes, la caballería, los carros y la infantería. Se dice que el juego se originó un poco más tarde. Al principio, el juego no era solo un pasatiempo o un deporte, sino que se utilizaba para aumentar el poder mental, el poder de estrategia, la capacidad de cálculo y la destreza. Se animaba a los reyes hindúes para que desarrollaran la astucia junto con el cuerpo. Se daba igual importancia a estos aspectos, porque un rey fuerte con una mente débil nunca llegaría a ser considerado como la autoridad máxima.
Si pasamos a la sociedad actual, vemos que la gente se interesa más en las carreras de tipo mental que en las físicas, preferidas por sus antepasados. Pero ¿tenemos una formación mental que prepare a los miembros jóvenes de la comunidad en todas sus facultades? Vemos que se enfatizan los deportes y las actividades al aire libre. Se dice que esto da resistencia y ayuda al desarrollo total. Pero, ¿realmente se da el mismo impulso al desarrollo del horizonte del pensamiento para poder concentrarse, para poder soportar horas de trabajo mental? Es aquí donde el ajedrez comienza a ser relevante para la educación.
¿Qué le aporta el ajedrez a la persona? El ajedrez la enseña a tener información, a dividir y a sacar de ella un resultado pertinente. Le ayuda además a concentrarse mejor y le enseña a tener un poco más de paciencia.
He observado de cerca a gente que tiene impedimentos físicos. Para ellos, el ajedrez es una herramienta fundamental que les permite integrarse en la sociedad, vencer los efectos de su discapacidad y desarrollar su mente para agudizar el pensamiento. Les ayuda también a participar en las actividades de recreo y así aumentar su independencia.
Una vez recibí una carta de un muchacho que guardaba cama en su casa debido a una fractura. La inmovilidad forzosa del chico, y el tener que mantener su mente ocupada era, para sus padres, una pesadilla continua. Su padre decidió entonces comprarle un juego de ajedrez, y empezó a jugar con él. El chico es hoy uno de los mejores de su país. Esta experiencia le facilitó concentrase y ser más preciso en todas sus actividades. Varios investigadores analistas han demostrado que los niños que participan en los deportes de la mente tienden a ser mejores ciudadanos y muestran menos tendencias hacia las peleas o hacia la violencia en general. Además, sus notas parecen ser mucho mejores. No podemos sin embargo, afirmar que jugar al ajedrez le asegure a uno ser el primero de la clase.
Algunos jugadores de ajedrez han entrado a trabajar en profesiones importantes, y muchos de ellos trabajan en el área de las finanzas, la informática o el derecho. Es interesante ver la tendencia que tienen a escoger carreras que requieren capacidad de cálculo y de usar datos para un sinfín de posibilidades. Muchas personalidades como Madona, Ana Kournikova y Sting juegan al ajedrez. Algunos lo hacen para mejorar su concentración al actuar.
En lo que se refiere a las cualidades cuyo desarrollo estimula el ajedrez, podemos hablar de las más profundas e importantes. Una de las cosas que se aprenden es la técnica de mantener el poder. La necesidad de pensar al mismo alto nivel de concentración o de subir estos niveles en momentos concretos es muy importante en este juego, como también lo es permanecer en calma en la mayoría de las circunstancias. El entusiasmo nubla el proceso de pensar. El juego ayuda a aceptar la situación tal como se presenta, de forma mesurada. Por ejemplo, hay partidas en las que me encuentro en una situación delicada. El hecho de permanecer tranquilo y no mostrar ninguna emoción en la cara me ha ayudado a seguir adelante con el juego. Otra cualidad importante es el deseo de ganar. Cuando pierdes, no quieres parar, sino seguir jugando hasta que ganes. Esto te ayuda a superar la derrota y buscar nuevas victorias en la vida.
¿Por qué el ajedrez no se ha convertido en una asignatura escolar? Los jóvenes piensan que es un juego aburrido que requiere mucho tiempo. Esto es lo que yo llamo el mito número uno. El ajedrez es, sin duda, uno de los juegos más agresivos que existen, y, sin embargo, se juega sin moverse de una silla. Hay diferentes límites de tiempo, desde un minuto hasta siete horas. He visto a niños practicar una modalidad que parece un partido de fútbol con treinta y dos piezas. Este juego se puede adaptar para interesar a los niños. El mito número dos es que requiere mucha teoría y mucho estudio. Esto es verdad sólo en parte. La diversión está en jugar, pero según te vas haciendo al juego, tu curiosidad se desarrolla y aprendes mucho sin sentirlo como algo costoso.
El ajedrez es uno de los pocos juegos que se han adaptado a las nuevas tecnologías como internet y la informática. Hoy se puede jugar con cualquier persona en el mundo. El mismo ambiente en que juegan los niños sirve para el ajedrez: tecnología y conocimiento informático. He estado en varias escuelas pioneras en la educación de España y en la India que ofrecen ajedrez como asignatura o disponen de observadores para las señas de ajedrez. Es muy agradable ver cómo toda clase de personas acuden a jugar a la peña, desde niños de cuatro años hasta adultos de sesenta y uno. No hay juego que abarque tanta diversidad de personas. Yo soy producto de una de estas peñas. Recuerdo haber jugado con mis compañeros los sábados. Si perdías te ibas a la cola a esperar otra oportunidad de ganar. Quizá por eso es que me han puesto de mote " Speedy Gonzales " , es decir, " el rápido " .
Y estos no son lugares comunes, sino ejemplos significativos, el faro para que otros puedan llegar. Por otra parte, para que el ajedrez pueda penetrar en la juventud de hoy el entorno debe ser agradable e interactivo a la vez. No se deben complicar las sesiones con teorías, sino que de lo que se trata es de permitir el juego y la experimentación.
En la sociedad de hoy los niños y sus padres tienen muchas expectativas. La idea de competir está en la mente de todos. La necesidad de desarrollar una carrera profesional y cualidades personales es, si cabe, más importante. Una mente aguda que se mantiene activa por más tiempo supone una verdadera ventaja.
Cuando el producto de nuestros recursos culturales es tan alto, sólo tiene sentido intentar desarrollar estos recursos. El ajedrez es, sin duda, uno de los ejercicios mentales más interesantes. Al hacerlo parte del proceso de la educación, no sólo logramos que los chicos disfruten y que piensen por sí mismos, sino que también les ayudamos a absorber cualidades que pueden mantenerse durante mucho tiempo después de haber acabado los estudios. Si la educación hace al ser humano, el ajedrez lo completa.

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