viernes, 16 de noviembre de 2012


Final de Maestros del Grand Slam Bilbao 2012

undefined


Bilbao se convirtio en la capital mundial del ajedrez con la celebración de la V Final de Maestros del Grand Slam 

  • La primera vuelta, celebrada entre el 24 y 29 de septiembre, tuvo como sede la ciudad brasileña de Sao Paulo. De esta primera vuelta llega a Bilbao como líder el italiano Fabiano Caruana, con 11 puntos.
  • Todas las partidas se jugaron en el atrio central de Alhóndiga Bilbao dentro de una espectacular  urna acristalada e insonorizada a la vista del público. Esta habitación acristalada mide 8x8m y 3’5 de altura y pesa 8 toneladas.
El Alcalde de Bilbao, Iñaki Azkuna, el campeón mundial de ajedrez, Viswanathan Anand, y Leontxo García, prestigioso comentarista de ajedrez, presentaron la segunda y definitiva vuelta de la Final de Maestros de Ajedrez, que se disputo en Bilbao entre el 8 y el 13 de octubre en Alhóndiga Bilbao. El acto tuvo lugar  en el Salón Árabe del Ayuntamiento de la capital vizcaína.
La primera vuelta, celebrada entre el 24 y 29 de septiembre, tuvo como sede la ciudad brasileña de Sao Paulo. De esta primera vuelta llega a Bilbao como líder el italiano Fabiano Caruana, con 11 puntos, 4 más que Aronian, segundo del mundo, y 5 más que Carlsen, número 1 de la clasificación mundial. En mitad de la tabla figura el campeón del mundo, Anand, con 5, y cierran la clasificación el español Vallejo y Karjakin (quinto del mundo), ambos con 3 puntos y, en principio, sin excesivas posibilidades de remontar.
Pese a las diferencias acumuladas en la primera fase de la Final, la igualdad ha definido el desarrollo del torneo hasta el momento, toda vez que tanto Caruana como Aronian y Anand han terminado invictos. En cualquier caso, el sistema de puntuación que se aplica en la Final de Maestros de Ajedrez, la llamada “regla Bilbao” -que concede 3 puntos por victoria, 1 por empate y 0 por partida perdida- hace posible que los vuelcos clasificatorios no sean tan extraordinarios. De hecho, en la pasada edición, el ucranio Vasily Ivanchuk salió de Sao Paulo con 3 puntos de ventaja sobre su inmediato perseguidor, el estadounidense Nakamura, y el torneo tuvo que dirimirse el último día en un desempate entre el propio Ivanchuk y el número 1 mundial, Magnus Carlsen, quien finalmente se alzó con la victoria.
La Final de Maestros del Gran Slam 2012 se disputa por el sistema de liga, a doble vuelta de todos contra todos. El vencedor del torneo será el jugador que logre sumar más puntos. El sistema de puntuación se rige por la “Regla Bilbao”, que ya ha comenzado a ser aplicada también en otros torneos internacionales. También se aplica en cada una de las partidas la “Regla Sofía” que establece que sólo el árbitro tiene potestad para determinar si una partida termina en tablas, evitando los pactos entre jugadores.
El desarrollo de cada jornada podrá seguirse desde el Ágora: espacio para análisis, comentarios y entrevistas, dirigido por Leontxo García.
Esta Final de Maestros del Gran Slam continúa con su expansión global iniciada hace dos años con la disputa conjunta del torneo en Shanghai y Bilbao. Tras el éxito de la pasada edición,  el torneo vizcaíno ha vuelto a repetir sede en la ciudad brasileña de Sao Paulo, principal centro financiero de Brasil y la décima metrópoli más poblada del mundo.

El perfil de los jugadores

Por Leontxo García
Viswanathan Anand. El pentacampeón quiere más
Ya hay argumentos irrefutables para afirmar que Viswanathan Anand es uno de los mejores ajedrecistas de todos los tiempos: cinco veces campeón del mundo, en todos los formatos posibles (eliminatorias cortas, torneo y duelos largos). Y su carrera aún no ha terminado: a los 42 años (y tras ser padre primerizo en 2011) acaba de renovar la propiedad del trono y busca más triunfos. Uno de los pocos que le falta es ganar la Final de Maestros. 
Anand trabaja muy duro en los aspectos técnicos, entre seis y nueve horas diarias. Probablemente carece del ‘instinto asesino’ que distinguía a Fischer, Kárpov y Kaspárov, pero cuida tanto o más que ellos el fondo físico: “Sí, hace años me di cuenta de que era imprescindible. Estoy convencido de que mis dos horas diarias de gimnasio cuando estoy en casa son esenciales para soportar el desgaste de los torneos”, explica en perfecto español. Y el equilibrio psicológico: aparte de su familia y el ajedrez, le apasionan la astronomía y la economía.
Su asombrosa rapidez de reflejos, que le permite ver jugadas geniales en décimas de segundo, agobió a sus rivales desde su primera aparición en Linares, en 1991, donde apenas consumía media hora en toda la partida: “Es que, si pienso, juego mal”, era su peculiar explicación. Anand conserva hoy la humildad de entonces, muy apreciada en India, donde en 2000 fue nombrado deportista del milenio por votación popular y paseado en una carroza de caballos con el tráfico de Chennai (nombre actual de Madrás) cortado mientras una multitud le agasajaba con pasión. Una vez le hicieron un test para demostrar que su hemisferio cerebral derecho, el que rige la intuición, es el de un superdotado, y su reacción fue: “Mi potencia mental me importa un bledo”.
Tras los grandes éxitos, su primer agradecimiento va siempre hacia su esposa, Aruna, “que siempre se ocupa perfectamente de mil detalles”, y el segundo para su principal entrenador, el danés Peter Heine Nielsen: “Muchas de mis victorias en los Campeonatos del Mundo se deben en gran parte a su magnífico trabajo”. Kárpov y Kaspárov nunca fueron tan generosos con sus ayudantes.
Tras derrotar a Topálov en el Mundial de Sofía de 2010, Anand dejó claro que aún tenía hambre de triunfos: “El día que te acostumbras a los éxitos, es el fin. Estoy tan contento como la primera vez, sobre todo porque éste ha sido el triunfo más difícil, sufriendo hasta el último minuto. Me queda ambición y, sobre todo, ganas de seguir disfrutando del ajedrez. Lógicamente, los triunfos contribuyen mucho a eso, y también asumo que algún día terminarán. En todo caso, 40 años no es para mí un número especial sino, simplemente, el que viene después del 39. Mi actitud profesional para los próximos dos años es la misma que tenía antes del duelo con Topálov”.
Los hechos posteriores han sido coherentes con esas palabras, aunque no sin sufrimiento. Anand tuvo que llegar al desempate de partidas rápidas (tras el 6-6 de los doce asaltos a ritmo normal) para defender su título ante el durísimo israelí Borís Guélfand en el museo Tretiákov de Moscú esta primavera. Ya tiene 42 años, pero su opinión no ha cambiado: “No veo ninguna razón para retirarme ahora”.
Anand seguirá levantando pasiones en un país de 1.100 millones de habitantes: “Ya hay 700.000 niños indios recibiendo clases de ajedrez; de ellos, 200.000 están adscritos a mi World Champion’s Academy. Espero contribuir a que sean muchos más”.
Viswanathan Anand ganó una plaza automática en la Final de Maestros del Grand Slam al proclamarse campeón del mundo por quinta vez este año.
Levon Aronian. Segundo y lejos de su techo
Cumplirá 30 años el 6 de octubre en Bilbao, y los resultados indican que está en el mejor momento de su carrera: además de la Final de Maestros del Grand Slam 2009, ha ganado la Copa del Mundo, el Gran Premio de la FIDE, Linares y Wijk aan Zee (tres veces); fue campeón del mundo de rápidas (cinco minutos) y dos veces campeón olímpico con Armenia. Su sencillez de carácter, estilo universal, la pertenencia a un país donde el ajedrez es una pasión nacional, y un sistema nervioso equilibrado le reafirman como el segundo del mundo, y subiendo.
“No estoy preparado para enfrentarme a los grandes. Mi única ventaja sobre esas bestias es mi total ignorancia y frescura de pensamiento”. Aronian se expresaba así en la navidad de 2005, pocos días después de ganar la Copa del Mundo en Siberia y unos días antes de debutar en el Torneo Corus de Wijk aan Zee (Holanda), donde compartió el 7º puesto de 14 participantes. Sólo un mes más tarde triunfó en Linares, el Wimbledon del ajedrez, de manera tan sorprendente como inapelable.
En realidad, esa sorpresa no era objetiva, y tenía mucho que ver con la modestia natural de Aronian. Quien hubiera seguido su trayectoria desde niño ya se habría fijado en su enorme talento, demostrado desde 1994, cuando fue campeón del mundo sub 12 en Szeged (Hungría), por delante de futuras estrellas, como Bacrot (Francia), Ponomáriov (Ucrania), Grischuk (Rusia) y Vallejo (España); y confirmado en 1996 con la medalla de plata en el Mundial sub 14 de Cala Galdana (Menorca), compartiendo el podio con el también armenio Sarguissián y el español Vallejo.
Aronian, segundo hijo de un matrimonio de científicos, aprendió a jugar a los cinco años, con su hermana; su madre ejercía como ingeniera especializada en explosiones y demoliciones; su padre, físico bielorruso, trabajaba como investigador especializado en tecnología láser. Ambos sacrificaron su prestigio profesional para emigrar a Berlín con el exclusivo fin de que Levon, quien tenía 18 años entonces, pudiese desarrollar al máximo su talento ajedrecístico, fichando por un equipo de la Bundesliga y estando más cerca de los grandes torneos europeos.
Pronto se vio que la decisión había sido acertada. Campeón del mundo juvenil en 2002, Aronián siguió progresando -aunque sin llamar mucho la atención- como ajedrecista y como persona. Habla armenio, ruso, inglés y algo de alemán, y le gusta chapurrear el español, bromeando con las palabras malsonantes. Disfruta mucho de los viajes, y siempre procura conocer el entorno y la cultura de los países que visita, como hizo en Bilbao en 2009. Antes era muy propenso al alto riesgo en sus partidas; ahora es más sólido, y su preparación es cada vez mejor. En todo caso, Aronián sigue siendo muy apreciado por los organizadores y aficionados, y no podía faltar en la V Final de Maestros de Sao Paulo y Bilbao con el claro objetivo de triunfar otra vez. Por que si hay alguien capaz de superar a Anand y Carlsen, es él.
Levon Aronian, 2º del mundo en la lista del 1 de agosto, ganó su plaza en la V Final de Maestros del Grand Slam al ganar en enero el torneo Tata de Wijk aan Zee (Holanda).
Magnus Carlsen. Joven, genial y 'número uno'
La carrera de Magnus Carlsen a los 21 años es tan brillante o más que las de Bobby Fischer o Gari Kaspárov a la misma edad. Ha sido ‘número uno’ en 19 de las 22 listas publicadas desde enero de 2010 hasta agosto de 2012. Y ganó la Final de Maestros del año pasado, tras un electrizante desempate contra Vasili Ivanchuk. Es un genio, y todo indica que su techo está aún lejos.
Genio: capacidad mental extraordinaria para crear o inventar cosas nuevas y admirables, dice la Real Academia. Basta disfrutar de las partidas de Carlsen para comprobar que responde a esa definición. Aunque él mismo aportó otra el 17 de enero de 2008, cuando murió el carismático estadounidense Bobby Fischer, campeón del mundo en 1972: “Lo que más admiró en él es su capacidad para que nos parezca fácil lo que en realidad es muy difícil. Yo intento imitarle”.Pero tampoco hay duda de que Carlsen es un superdotado en general, no sólo para el ajedrez, aunque él no quiera saber su cociente de inteligencia. Por citar sólo una muestra, a los cinco años memorizó las capitales, la superficie y el número de habitantes de casi todos los países del mundo, y datos similares de todos los municipios de Noruega.
En principio, un superdotado es un privilegio para sus padres, pero también puede ser una pesadilla si se aburre mucho en clase y no se adapta a un mundo organizado para personas de mucha menor capacidad mental. Los padres de Magnus acertaron al llevarle, junto a sus hermanas, a viajar por el mundo durante un año cuando tenía 13. Si viajar es siempre una excelente escuela de vida, mucho más en un caso como el suyo. Para entonces ya era el gran maestro (título similar al doctorado universitario) más joven del mundo, por lo que acudió con su selección nacional a la Olimpiada de Ajedrez de 2004 en Calviá (Mallorca), donde las azafatas no le dejaban pasar al escenario porque no creían que aquel niño fuera el mejor jugador de Noruega.
Los superdotados tienden a huir de las masas y a ser muy tímidos. Hace seis años, Magnus apenas hablaba con nadie que no perteneciera a su entorno más íntimo. Ahora, tras recorrer muchos miles de kilómetros, jugando cientos de partidas por todo el mundo y atendiendo –a regañadientes, eso sí- a multitud de periodistas, el precoz número uno ha comprendido que atender a la prensa forma parte de sus obligaciones, aunque lo haga con cuentagotas, y ha sido modelo publicitario de la marca de ropa juvenil G-Star.
A pesar de que los tópicos hagan pensar lo contrario, la mayoría de los ajedrecistas de élite son bastante sociables. Carlsen empieza a serlo, tras superar la gran timidez de su adolescencia. Los juegos con otros ajedrecistas, sin salir del hotel, suelen ser la única manera de verle fuera de su habitación o de la sala del torneo. Vive en su mundo, muy basado en Internet: partidos del Real Madrid de sus amores, torneos de póquer, conversaciones con sus amigos y lecturas de periódicos a través de la red. Parece razonablemente feliz, quizá porque sabe que millones de aficionados aprecian mucho la belleza y profundidad de sus partidas. Aunque habla un inglés perfecto, su idioma natural es el ajedrez, y en él ha volcado su asombrosa inteligencia, que en realidad le importa un bledo, como a Anand.
Magnus Carlsen, actual ‘número uno’ del mundo, ganador de la Final de Maestros 2011, logró su plaza en esta edición al ganar los torneos Memorial Tal de Moscú en 2011 y 2012.
Fabiano Caruana. El niño del barrio de Fischer
Si su nombre fuera Marco Polo en lugar de Fabiano, le encajaría muy bien. Nació en Miami, se formó ajedrecísticamente en Brooklyn (Nueva York, el barrio de Fischer), emigró a España, después a Hungría, tiene la doble nacionalidad ítalo-estadounidense y viaja constantemente para jugar torneos. Gran maestro desde los 14 años, es, sin duda, el mejor sub-20 del mundo (cumplió su segundo decenio el 30 de julio). Pero su estreno en Bilbao será un reto muy duro.
Curiosamente, su infancia se parece mucho a la de Josh Waitzkin, quien inspiró el personaje protagonista de la película En busca de Bobby Fischer: ambos vivieron en Nueva York, fueron descubiertos por el entrenador Bruce Pandolfini, jugaron en el club Marshall y al aire libre en el parque Washington. Pero en EEUU hay una enorme desproporción entre la gran importancia del ajedrez escolar y la muy escasa del profesional. De modo que, tras tomar la difícil decisión de dar prioridad al tremendo talento ajedrecístico de su hijo, el matrimonio Caruana (él ítalo-estadounidense; ella, italiana) se mudó a Majadahonda (Madrid) para que Fabiano tuviese de entrenador a Borís Zlótnik, quien hoy sigue ejerciendo como consejero y amigo de la familia.
Lógicamente, había presiones desde Italia para que el chico viviese allí, dado que es el mejor jugador que ese país ha tenido desde los siglos XVI y XVII. Pero la decisión de trasladarse a Budapest también se debió a dos entrenadores, Alexánder Chernin y Zoltan Ribli, de estilo muy opuesto, cuya labor se completaba con las visitas esporádicas del esloveno Alexánder Beliavski. El criterio para elegir torneos era diáfano: Fabiano daba prioridad a los que formaban parte del ciclo del Campeonato del Mundo, no porque pretendiera ganarlo ya, sino para que se fuera curtiendo en competiciones donde buena parte de sus rivales iban con los dientes muy afilados. Y nada de tablas sin lucha o con poco riesgo; su camino era el opuesto, lo que le hizo perder puntos, pero convencido de que ese enfoque le sería rentable a medio plazo.
Lo ha sido. Durante años parecía que Caruana era un gran táctico sin suficiente solidez estratégica, pero eso ya es historia. No se llega al 8º puesto de la lista absoluta (y 1º de la sub-20) por casualidad. Y si alguien alberga dudas aún, que mire las cuatro actuaciones más importantes del italiano en lo que va de año: 2º en el Festival Tata de Wijk aan Zee, empatado con Carlsen y Radyábov, tras Aronián; ganador en Reikiavik; 2º en el Memorial Tal de Moscú, tras Carlsen; y ganador en Dortmund. Muy pocos tienen una tarjeta de visita tan brillante… pero casi todos ellos estarán en Sao Paulo y Bilbao. Será el mayor reto de Caruana hasta ahora.
Fabiano Caruana, 8º del mundo y 1º sub 20, ha recibido una invitación especial del Grand Slam para jugar la Final de Maestros por sus brillantes resultados de los últimos meses.
Sergey Karjakin. La eterna promesa ya despunta
Aún hoy, a los 22 años, Sergey Karjakin exhibe el récord del gran maestro más joven de la historia (a los 12 años y 7 meses). Sin embargo, su estrella se ha visto eclipsada por la de otro excepcional niño prodigio, Magnus Carlsen, pero la distancia entre ambos se está acortando, y hay motivos sólidos para pensar que el margen de mejora de Karjakin es aún muy amplio. La V Final de Maestros es una magnífica oportunidad de demostrarlo.
A los cinco años, Sergey ya sabía jugar al ajedrez; le había enseñado su padre, empresario, a petición del niño, impresionado por un reportaje que vio en la televisión ucrania. Pero no sabía escribir, así que no podía apuntar las jugadas. Por esa razón, los participantes del torneo de Simferópol (península de Crimea) de 1995 tuvieron que reunirse para votar si permitían jugar al prodigioso Karjakin. Éste fue admitido, y celebró su primera victoria saliendo de la sala con volteretas acrobáticas, otra de sus aficiones infantiles, junto al fútbol, el tenis de mesa, las novelas de Agatha Christie y Sherlock Holmes, y los juegos de estrategia en el ordenador.
Su madre, Tatiana, profesora especializada en deportes, no sabe si su hijo es un superdotado porque nunca le han hecho una prueba de inteligencia. “Siempre vi que mentalmente era muy maduro para su edad, sobre todo por la seriedad ante el tablero. Fuera de él es alegre, aunque tímido, y se parece más a un chico normal. Creo que el ajedrez ha desarrollado una inteligencia innata que ya era alta”, explicaba hace siete años. Sergey se siente ya familiarizado con España, como si fuera su segundo país. Y conserva un recuerdo muy grato de sus anteriores actuaciones en Bilbao, en 2005, 2007 y 2009.
El talento de Kariakin es inmenso, lo que casi le garantiza un futuro de esplendor, porque y desde los 12 años asombraba por su virtuosismo estratégico y no sólo por su eficacia táctica, algo muy raro entre los niños. Por eso, las quinielas sobre futuros campeones del mundo siempre le han incluido.
Sin embargo, comparado con el meteoro Carlsen, su progresión siempre fue más lenta, y se vio frenada en 2009, cuando hubo varios cambios simultáneos e importantes en su vida, demasiados para que su rendimiento deportivo no se viera afectado: emigró de Ucrania a Moscú, se hizo ruso, se casó (con la gran maestra Kateryna Dolzhikova) y fue asignado a Yuri Dojoián, el ex entrenador de Garry Kasparov.
Pero la situación empieza a tener otro cariz. Aunque todavía muestra resultados irregulares, Kariakin va asentando su juego, y no es casual que ya haya ascendido hasta el quinto puesto del escalafón. En julio se proclamó campeón del mundo en la modalidad de partidas semirrápidas (una media hora por jugador) por delante de Carlsen. No le faltan motivos para acudir muy mentalizado a Sao Paulo y Bilbao.
Sergey Karjakin ha obtenido una invitación especial del Grand Slam para jugar la Final de Maestros 2012 por ser el quinto del mundo.
Paco Vallejo. Artista de alto riesgo
El mejor ajedrecista de la historia nacido en España, Paco Vallejo, excampeón del mundo sub 18 en 2000, ganó su primera medalla a los 9 años: plata en el Mundial sub 10 de 1991 en Milwaukee (EEUU). Quedó entre los diez primeros en once de los catorce Mundiales o Europeos que jugó a diferentes edades. Hoy, a los 30, arriesga mucho, crea belleza y a veces tumba a los astros.
Su precocidad fue extraordinaria: aprendió los movimientos de las piezas por sí solo, a los 5 años, viendo las partidas que jugaba su familia. El tablero y su primer biberón son sus recuerdos más antiguos: “Fue una pasión irrefrenable”, recalca. El colegio Marcote de Mondariz (Pontevedra) le concedió una beca desde los 11 años (1993-2000) con un entrenador exclusivo, el gran maestro Zenón Franco. El plan de estudios le permitía combinar diariamente el estudio y el entrenamiento. Sus padres sufrieron: “La separación fue dolorosa; sólo le veíamos en vacaciones. Pero reconocemos que era un privilegio”.
Tras proclamarse campeón del mundo sub 18 en Oropesa del Mar (Castellón), Vallejo tomó una decisión importante: “Seré profesional del ajedrez, pero no estoy dispuesto a sesiones de diez horas diarias de entrenamiento. Quiero disfrutar de la vida”. Desde ese momento, su progresión no ha sido tan rápida como hubieran deseado los aficionados españoles, a pesar de que tres campeones del mundo (Kaspárov, Anand y Topálov) dijeron, por separado, la misma frase: “Vallejo tiene talento suficiente para estar al menos entre los diez mejores”. Por fin, en 2009, rompió la barrera de los 2.700 puntos y dio una buena impresión en Linares 2010, por su creatividad y valentía.
Desde entonces se mueve entre el 25º y el 50º del mundo, pero aún está en edad de dar un gran salto si se lo propone y trabaja en consonancia. En la Final de Maestros del Grand Slam 2011 evitó el penúltimo puesto, que fue para Anand, y ganó sendas partidas a Carlsen, Ivanchuk y Nakamura. No es extraño que la organización haya decidido invitarlo otra vez.
Paco Vallejo, 47º del mundo, ha recibido una invitación especial del Grand Slam para jugar la Final de Maestros 2012 por su brillante actuación del año pasado.

El torneo pretende trascender los límites de lo meramente deportivo y servir de nexo de unión entre ambas ciudades para desarrollar proyectos en común en los ámbitos deportivo, cultural, recreativo y educativo, así como económico y comercial.
En concreto, un grupo de empresarios vizcaínos se ha desplazado a la capital económica brasileña durante los días de celebración de la primera vuelta para mantener reuniones con empresarios paulistas. Además de esta misión comercial, este año desde Brasil se ha querido dar un especial impulso a la transmisión de los valores del ajedrez entre los más jóvenes. Por ello, el campeonato se ha acercado a las escuelas públicas de la ciudad.


No hay comentarios:

Publicar un comentario